Según un reciente descubrimiento realizado por los investigadores, el cambio en el nivel de triglicéridos en sangre que sucede después de una comida rica en grasas puede indicar la predisposición a padecer obesidad producida por la dieta.
Los triglicéridos son una forma de grasa que se transporta por la sangre y se almacena en los tejidos grasos del cuerpo. Se encuentran en las comidas y también las produce el propio organismo.
Estos hallazgos sugieren que quizá algún día seremos capaces de mediante un sencillo análisis de sangre, determinar si somos propensos a padecer obesidad. La habilidad para identificar a los individuos más susceptibles haría posible utilizar más recursos en la fase de detección de la obesidad en aquellas personas que fuesen más susceptibles de sufrirla.
La epidemia global de obesidad se piensa que puede estar producida en parte por el consumo de una dieta rica en grasas y carbohidratos, lo que ayuda a ganar peso. Esta propensión a ganar peso y convertirse en obesidad cuando se consumen dietas ricas en grasas, se puede controlar parcialmente por los genes, por lo que algunos individuos ganan más peso que otros aunque ambos consuman la misma dieta.
Los investigadores han realizado pruebas con ratones, a los que han sometido a dietas ricas en grasa para inducirles a la obesidad y determinar los incrementos de los niveles de triglicéridos en sangre despues de cada ingesta. Una vez medidos los niveles de triglicéridos, mantuvieron la dieta rica en grasas durante cuatro semanas.
Los científicos eran capaces de predecir que animales se convertirían en obesos durante las siguiente cuatro semanas, a partir de los cambios en los níveles de triglicéridos en sangre analizados durante la primera semana. De esta forma se dieron cuenta de que midiendo la respuesta metabólica podían determinar que a menor cambio en el nivel de triglicéridos, mayor aumento de peso y viceversa.
Actualmente no hay marcas biológicas que nos permitan predecir la susceptibilidad de una persona a sufrir obesidad inducida por la dieta. Los hallazgos actuales sugieren que un cambio en el nivel de triglicéridos en sangre podría ser una herramienta que nos ayude en el futuro a determinar una posible obesidad.