
Los okapis, que tienen una lengua de color negro diseñada para asir y mantener, son los parientes más cercanos de la jirafa que aún viven. Ellos eran desconocidos para el mundo occidental hasta principios del siglo 20, pero se sabe que habitan en tres áreas protegidas, de las cuales el Parque Nacional de Virunga es una de ellos. Su abundancia en el parque se desconoce, ya que el acceso a los bosques del Congo se ve limitada por los conflictos civiles y la deficiente infraestructura, lo que hace difícil el trabajo de campo para su recuento y catalogación.