
Los crecientes problemas financieros de Freddie Mac y Fannie Mae se han convertido en la primera preocupación de las autoridades y participantes del sistema financiero. Ambas instituciones han perdido 11.000 millones de dólares (7.000 millones de euros) en los últimos tres trimestres y pueden sumar más números rojos. La situación es tan delicada que el viernes The New York Times afirmaba que el Gobierno tiene planes de contingencia para estas firmas y consideran su nacionalización. Se trataría de una acción sin precedentes en EE UU y más para una Adminsitración conservadora como la de Bush.
Los mercados llegaron a castigar el viernes a Freddie con caídas de 51,25% y a Fannie del 49,39%, pero se dieron la vuelta hasa cerrar con pérdidas del 10 y 20%, tras la intervención de la Fed y del Tesoro. En la cima de la caída, el secretario del Tesoro hizo el gesto infrecuente de emitir un comunicado en el que aseguraba que el primer interés de la Administración es 'apoyar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estructura actual para que lleven a cabo su importante misión'. El comunicado no fue muy rotundo pero los mercados entendieron que Paulson descartaba que se estuviera perfilando un caro rescate para los contribuyentes de estas instituciones cotizadas pero con mandato público. Freddie y Fannie dinamizan el mercado secundario de deuda hipotecaria al avalar o garantizar las hipotecas concedidas por la banca. Actualmente poseen unos 5,2 billones de dólares en activos de deuda (3 billones de euros).
Bush también afirmó que Freddie y Fannie son dos instituciones 'muy importantes' y que 'Paulson y Ben Bernanke presidente de la Reserva Federal trabajan dedicadamente en esta materia'. Un rumor recogido por Reuter, aseguraba que Bernanke autorizaba a Freddie y Fannie, a acudir a la ventanilla de descuento como ahora hace la banca de inversión de forma extraordinaria. La Fed lo desmintió con el mercado cerrado.